Dakar, ciudad
grande, populosa, ruidosa, llena de caos, gente, polución pero también de vida, color, música y ritmos que mezclan el África Saheliana con el África más bantú, unos cuantos miles de kilómetros más al sur.
Lejos queda el Dakar alterado de hace dos años cuando África en colores (post 211) se paseó por aquí el día de las elecciones tras varias semanas de altercados por el intento del presidente Wade de buscar el tercer mandato que la constitución no le autorizaba.
Desde hace varios años y gracias a la ingeniería (y mano de obra) china, la ciudad está atravesada por serpentinescas autopistas como la de la fotografía que seguro que hacen el tráfico más fluido pero que sin duda matan su humanidad. Progreso y orden para una ciudad de más de un millón y medio de personas a cambio de parques y avenidas. Mal trueque.
Hoy, toque de queda. El combate de lucha entre Eumeu y Modou ha colapsado (en parte) la vida de la capital. Cuando ha finalizado (ha ganado la juventud (26 años, 105 kg) a la experiencia (35 años, 110 kg), explosión de jubilo descontrolado. La lucha senegalesa (cuyos ritos, pócimas paseos previos por el campo de lucha han llevado más de 20 minutos de calentamiento) es tremendamente popular por estos lares.
Para que os hagáis una idea recuerda un poco al sumo (derribarlo es victoria, echar al contricante del campo penaliza) pero mucho más violenta.
Y mañana (o casi, dentro de unas horas) camino a un país que todavía no se había asomado a las páginas de este blog: Chad. El país número 15 que visita, fisicamente, este blog. Todavía quedan unos cuantos dentro del continente africano, nos tendremos que poner las pilas
No, no es Barcelona, es un taxi en Dakar |
Allá vamos durante tres semanas, con visitas programadas a varios puntos del país, incluyendo la frontera con la República Centro Africana, uno de los puntos donde se empiezan a acumular refugiados y desplazados que huyen del conflicto.
Semana que viene, en vivo desde Chad
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