domingo, 8 de junio de 2014

277. Huyendo de la violencia

Unas lineas desde el Chad, país fronterizo con la República Centro africana que sigue en crisis y envuelta en conflictos (y van camino de los dos años).

Ndjamena, capital de Chad. 2014
El mundial, la abdicación del rey, Ucrania, las elecciones europeas... demasiados focos informativos para dar cobertura a una crisis constante.

Es difícil saber el número de refugiados y retornados que huyen pero las condiciones en el que lo hacen son terribles. Siguen los combates entre las milicias cristinas  anti balaka y las milicias musulmanas. Un ataque a una iglesia de Bangui provocó hace unos días varias decenas de muertos y desaparecidos.

A estas guerras de religión se suman otros elementos como la lucha por el poder, étnias, económía... La información llega con cuenta gotas y más después del asesinato de una periodista francesa hace unas semanas en el norte del país.

Oficialmente, una visita del presidente de Chad, Deby, a la zona provocó un cierre oficial de las fronteras, pero no hay nada que detenga el flujo de gente que huye del conflicto.

A pesar de la falta de presupuesto casi todos los trabajadores humanitarios de la zona son conscientes que estamos ante una gran catástrofe humanitaria. Se envían materiales y se inician proyectos. Pocos para dar una respuesta eficaz a toda la población.
Es otra batalla en paralelo, más motivante y a la que hay que apuntarse.

Mañana, inshallah, tendré ocasión de viajar al sur y tener más detalles de la situación de los que huyen de la violencia.

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