martes, 28 de octubre de 2008

68. Cuestión de nombre, Narciso

Calle de San Lorenzo, en Manila

No puedo "irme" de Filipinas (ya hace cinco días que estoy en tierras íberas) sin mencionar la cuestión "nombre" , ya que en ninguna otra colonia (española o de otras nacionalidades) se da el caso que la lengua colonizadora casi no se habla pero se han respetado y perpetuado los patronímicos coloniales.

Vamos a echar un vistazo a ver que pasó para llegar a esta situación. Tenemos que remontarnos al 13 de julio de 1844 cuando Narciso Clavería (de Girona) desembarca en Manila. Acaba de ser nombrado Gobernador y Capitán General de Filipinas, y viene cargado de buenas intenciones, algunas se cumplen (lucha contra la piratería, reafirmación de la soberanía ante los franceses que pretendían algunas islas...) y otras no. Entre las que llevó a cabo fue dictar un decreto para regular los patronímicos.
¿Por que? (os podríais preguntar). Hay que entender (como siempre) las costumbres locales. El nombre tenía un poder talismánico, de forma que por ejemplo, tras un accidente se podía considerar anulado dicho poder. Así que si habías perdido poder que mejor que coger otro nombre, manteniendo el nombre inicial, de forma que alguien podía acabar sus días teniendo 4, 5 o más nombres..
Con Shawn haciendo el ganso en Legaspi

Imaginaos el cacao que suponía para nuestro amigo Narciso impartir justicia, intentar saber cuanta gente tenía bajo su mandato, o siendo prácticos, que nadie se escapase del pago de los impuestos. Dicho y hecho. Hizo un catalogo de 60.662 nombres y apellidos hispanos y lo distribuyo a los alcaldes que lo colgaron en las puertas de los ayuntamientos para que la gente eligiese el suyo. No se sabe si la medida consiguió los beneficios deseados, pero la efectividad de la misma ha llegado hasta nuestros días.

Con el personal de la misión: (de derecha a izquierda): Victor, Rizal, Analie, Gay, Noemi , Babe, yo, Flore y Abdullah ... (vaya no hay tanto nombre hispano....)

Si os interesa más detalles de esta u otras historias filipinas, podéis encontrarlas en http://www.ucm.es/BUCM/revistas/ghi/11328312/articulos/RCHA9797110209A.PDF
Por ejemplo, es la mar de interesante saber que el protagonista de nuestra historia también interviene en la armonización del calendario para ir acorde con el calendario de las islas vecinas y no seguir el calendario español... Y si queréis ir al detalle, podéis consultar directamente el "Decreto Clavería" en inglés en http://www.geocities. com/ Heartland/Ranch/9121/claveria.html

Como habréis observado, no he comentado muchas cosas del país, como prometí al principio... el motivo es que os acerquéis vosotros mismos a descubrir un país bonito y lleno de encanto. Sinceramente, vale la pena.

Prohibido cruzar "a la brava" en las calles de Manila. No quiero pensar si la ordenanza se aplicase en las calles
de Madrid.... Imposible, es casi una disciplina pre olímpica
.

2 comentarios:

Teresa Tarrés dijo...

Sobre lo de los nombres no hay mas que fijarse en el autobús del anterior post que se llama "Don Eduardo"...

Juan José Tarrés Sanjurjo dijo...

Hola Teresa, ¡que rapida!. Pues si, toda la ciudad esta inundada de nombres tan españoles como la tortilla de patatas. Un beso. Juanjo