Ejercicio de imaginación para leer el siguiente post: Imaginad una extensión de terreno grande. Más grande aun. Más grande: como la mitad de la provincia de Barcelona. Imaginad los animales con los que siempre soñabais de pequeños: elefantes, jirafas, leones, gacelas, leopardos. Id a por vuestro vídeo del National Geographic, ese lleno de polvo o rebuscad en vuestra memoria los programas de la 2, esos en los que se ve una manada de ñus intentando cruzar un río mientras los cocodrilos están al acecho. Un poco de Memorias de Africa (gran sabana africana) pero sin Robert ni Merly, poned todo esto en la coctelera, junto a un 4x4 un poco desvencijado y 5 turistas de diversas nacionalidades (no puede faltar un japonés ni un australiano): ya lo tenéis: Acabáis de llegar a Masai Mara, y como acabáis de llegar nos vamos a visitarlo. He de aclarar que no es el tipo de turismo que me gusta recomendar, ya que siempre es más auténtico hablar y conocer a un africano (humano) que a un león, pero hay que conocerlo todo para dar una opinión y hay que decir que es una gozada disfrutar de la presencia de estos animales.
Lo primero que habréis hecho antes de empezar la visita habrá sido llegar a Nairobi, una de las grandes capitales de Africa, moderna, cosmopolita y extremadamente peligrosa, donde los robos están a la orden del día. Seguro que la encontráis menos turística después de los incidentes del pasado febrero, pero parece que todo ha vuelto a la normalidad.
Contratar un tour es de por sí un ejercicio interesante antes de llegar a la jungla, donde decenas de operadores nos habrán ofrecido mil precios y posibilidades. Lo mejor es intentar cerrarlo por internet antes de llegar. Dependiendo del alojamiento, los precios van de los 250 euros por noche en los lujosos logde dentro del parque a los 60 euros en tienda de campaña a las afueras. Por un termino medio (100) podemos encontrar algo digno. (incluyendo la entrada al parque)
Ya estamos a punto: son las 6 de la mañana y nuestra furgoneta multicultural (no os dejéis al japones ni al australiano) está a punto de salir. Lo primero que nos sorprende es la extensión. Praderas y praderas que parecen no tener fin. Lo segundo es que la Gran Vía está a esa hora igual de transitada : decenas de furgonetas, autobuses, 4x4, minibuses, transitan por el parque buscando los grandes mamíferos: el búfalo, el león, el guepardo, el rinoceronte... todos se encuentran en abundancia en este parque. Los conductores que conocen la ruta de los mamíferos nos llevan a los sitios donde los animales acostumbran a desayunar. Un espectáculo habitual: un grupo de leones se esta merendando un ñu. Alguna mente maliciosa dice que lo han cazado los guardias para que los turistas se vuelvan locos a sacar fotos. (todo puede ser). Sigo dentro de dos días y dejo la anécdota de como salvé al japones de caer en garras del león para el siguiente post.
Sin tener el mejor material, con una simple cámara digital sencillita se pueden hacer fotos y vídeos espectaculares, aunque es preferible alquilar (o pedir prestado) un buen equipo. Le sacareis un buen partido.
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