No hace falta ir a África para conocer una crisis humanitaria.
Si cientos de seres humanos, eritreos, sudaneses, etíopes, blangladeshies, egipcios, malieneses, somalies malviviesen en un limbo legal incierto, en pésimas condiciones humanas, pasando frío, hambre en tránsito hacía algún lugar mejor ¿como lo definiríamos?
Ventimiglia |
Una crisis no se mide solo por el tamaño de la población afectada, sino por el contexto que la define.
Me encuentro ahora mismo en Ventimiglia, Italia.
Para situarnos: a 27 km. de Mónaco, a 40 km. de Niza, a 700 km. de Barcelona. Hay menos distancia entre Barcelona y Ventimiglia que entre Barcelona y Toledo.
¿Cual es la situación? Como toda crisis, flujo migratorio, movimiento humano, es cambiante. Hoy, 24 de enero de 2018, hay aquí cerca de 600 personas en transito hacía algún lugar.
Unas 250-300 personas malviven en unos barracones gestionados por la cruz roja italiana, aislados a varios kilómetros de distancia de la ciudad. Condiciones mínimas, en este campo hay unas diez familias, hombres, mujeres, niños y un centenar de hombres que viajan solos.
Todo austero, los habitantes de este campo de tránsito se quejan de dos cosas: tardan una hora en ir andando a la ciudad bordeando la carretera
En el campo no hay nada de nada, no hay wifi, tiendas, actividades, nada que hacer, no hay transporte. La municipalidad puso un bus una vez al día y lo quitó. El campo invita a que nadie quiera quedarse.
El segundo gran miedo de los habitantes del campo que quieren ir a la ciudad es... la policia.
A orillas del río, debajo de esta autopista malviven unas 200 personas. Ventimiglia |
Todo cordialidad, ningún problema, los coches patrullan constantemente hasta que... sin motivo aparente, una vez a la semana aparece en el pueblo un autobús que "pesca" a los migrantes que por ejemplo hacen andando el trayecto entre el pueblo y el campo y los lleva a Tarento, al sur, en el tacón de la bota itálica, a 1.200 km, de distancia.
¿Razón? ¿Lógica? Ninguna.
¿Razón? ¿Lógica? Ninguna.
En Tarento hay un centro de registro de inmigrantes, pero si en el campo de Ventimiglia no hay nada, en Tarento están a miles de kilómetros de ninguna parte.
Para estas personas que llevan miles de kilómetros en sus pies huyendo una propina de 1200 km. es una tortura. Todos vuelven, como pueden a Vengimiglia.
Los que no viven en el campo, malviven debajo del puente que veis en la imagen. Entre 200 y 300 personas en plásticos, al lado del río, sin ningún tipo de asistencia de las autoridades.
Bloqueados. Casi todos los que han intentado cruzar a Francia, en su transito a Inglaterra, Francia o Alemania han sido devueltos a Italia.
Solo cuatro o cinco organizaciones les dan apoyo: Intersos, Caritas, Oxfam , We Word y algunos voluntarios.
Y todo eso no pasa en una galaxia muy lejana.... está pasando aquí al lado.
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