miércoles, 2 de abril de 2014

273. Desde Mauritania

Mezquita en Nouakchott. Marzo 2014
Unas lineas desde el Sahel, esa franja de terreno que atraviesa África de Este a Oeste y donde las lluvias son poco frecuentes.

Concretamente, desde Nouakchott, capital de Mauritania un país que sale poco en los medios de comunicación (casi parece una buena noticia).

Estuve por aquí en 2011 y parece que pocas cosas han cambiado. El país es grande y poco poblado: coged la población de Madrid, unos 3 millones de personas y distribuidlos entre Francia y España y os podréis hacer una idea de lo vacío que está Mauritania.

Su capital ha crecido en los últimos años y todo el mundo se sorprende de la fiebre constructora, pero a parte de ese movimiento puntual Mauritania sigue siendo un país como sus hermanos vecinos, Mali, Níger, si no fuese por dos detalles importantes: la república islámica de Mauritania es bastante más religiosa (no se puede comprar alcohol, ni siquiera en los hoteles destinados a occidentales) y bastante militarizada (los golpes de estado de 2005 y 2008 hicieron mella en la estructura del país).
Mercado del pescado. Nouakchott. Marzo 2014


Otro punto diferenciador y desgraciadamente, negativo es la distinción de clases entre los llamados "moros blancos"y los "moros negros".

Racismo e indiferencia entre estos dos grupos sorprenden en un país que podría vivir en paz si olvidase sus diferencias cromáticas.

Mauritania ha vivido castigada por sequías regulares y hasta 2012 por la presencia y acciones de Al Quaeda. El hecho que últimamente sus acciones se hayan espaciados no quiere decir que el movimiento se haya disuelto.

De momento, tras casi una semana por aquí, todo bien. La comida es magnífica, por precios irrisorios encuentra uno gambas, calamares, pescados diversos con gran sabor. Matizo: precios irrisorios para el que se los pueda pagar, como siempre.

Mañana partimos a Kaedi, en el sur, tocando frontera con Senegal, donde parece que el calor aprieta y la escasez de agua es más evidente y dramática.
Playa Nouakchott. Marzo 2014

1 comentario:

Teresa Tarrés dijo...

Fronteras con cartabón, eh?