Centro de referencia de Kita. |
Primero hay que aclarar lo que es un centro de salud. Es un lugar que atiende un profesional de la medicina, un médico o un enfermero titulado. Un edificio con un par de salas, unos 100 m2, ningún aparato, todo sencillito. Ahí se tratan las primeras curas, los primeros auxilios, enfermedades de tratamiento. Si el tema se complica se refiere al paciente a un "Centro de salud de referencia" (con varias unidades según las enfermedades) y si el tema es grave, al hospital.
Ahora que estamos en el coche, comentaros que en la provincia de Kita, con una población que debe rondar las 100.000 personas no hay hospital. El más cercano se encuentra en Kati al lado de Bamako a 150 km. de distancia, casi tres horas de carretera. Así que... espero que no os pase nada en este viaje o como mínimo nada grave.
Salimos del centro de Kita (ciudad) y nos dirigimos al centro de salud en la misma ciudad, San Félix (no me preguntéis el porqué del nombre).
Centro de referencia de Kita |
Las condiciones higiénicas del centro dejan mucho que desear. Pocos medios, pocas camas, mosquiteras milenarias... Nos llevamos 45 cajas de cartón (unos 15 kilos por caja) porque nos han dicho que hay un centro, Kofeba, que ha acabado sus existencias y necesitan con urgencia. Ya que estamos aquí y que queremos visitar ese centro, cargamos nuestra pick up (coche-camioneta).
Seguimos hacia el centro de referencia de Kita, con varios edificios que realizan diversos tratamientos y donde se encuentran la mayor parte de los médicos de la provincia. Dentro del centro hay un "Ureni" (teneis que ir acostumbrándoos a la terminología= Unidad de Recuperación y Educación Nutricional Intensiva) gestionado por Acción contra el hambre. Le preguntamos al doctor por las estadísticas de Kofeba, el siguiente centro que queremos visitar y que ha finalizado sus papillas nutricionales. No nos da una explicación muy clara: ha habido un aumento de casos pero no sabe porque o si se trata de un error. Nos vamos a Kofeba, a 15 km. de Kita.
URENI de Kita |
Saludamos al médico y lo primero que hacemos es preguntarle por los niños que están llegando al centro. Según nuestras estadísticas, en marzo trataron 15 niños con malnutrición severa. En abril 13. En mayo 20 (preocupante) y en junio, 40, una barbaridad ¿ha habido algún error? ¿como puede haber aumentado tanto la cifra en tan poco tiempo? No hay explicación racional. El médico nos dice que debido a ese aumento se ha quedado sin papillas nutricionales.
El número de niños ha aumentado de forma desproporcionada un mes en el que todavía hay comida tras la cosecha. Agosto suele ser un mal mes, muchas admisiones, pero ¿junio? La malnutrición severa es una de las fases en las que un niño puede caer y la etapa previa a su hospitalización si no es tratada a tiempo. Las cifras son demoledoras y nos aferramos a la posibilidad que el médico, poco formado en esta materia se haya equivocado. Hay que hacer un seguimiento exhaustivo a este centro que da apoyo a 21 aldeas, unas 20.000 personas
Regresamos a la base debatiendo el porque de ese aumento y que medidas extraordinarias vamos a tomar si julio también es un mal mes. Acabamos el día con varias horas de trabajo de oficina.
Ya podéis ir a descansar, aunque he deciros que ha sido un día fácil: el centro no estaba perdido entre pueblos alejados y sin carretera, no hemos tenido que comprar material en el último momento, ni hemos pinchado o se nos ha estropeado el coche, o hemos tenido que hacer formaciones a los doctores en los centros con las dificultades que eso conlleva ni hemos lidiado con proveedores que pretenden sacar tajada de todo... Quizá otro día nos encontremos con esas dificultades (o como mínimo se positivamente que existen), pero hoy habéis tenido suerte, enhorabuena.
Mañana más.
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