"Estábamos en la casa, en el comedor, Berivan y yo. De repente, empezó un temblor, un poco progresivo pero no excesivamente fuerte. Eso sí, se notaba la vibración claramente y como todo se movía un poco. Le comenté a Berivan ¿Salimos fuera? Berivan me miró y me dijo, no, hace demasiado frío. Al cabo de unos segundos el temblor paró. Igual no fue la decisión más acertada pero esa noche habíamos llegado a -15ºC y a nadie le apetecía salir fuera".
Mientras estaba escribiendo este post ha habido una réplica, la primera que he sentido. Es una sensación un poco extraña, como cuando estás en Madrid o Barcelona y notas como pasa el metro... pero un poco más fuerte. Habrán sido 5 segundos. Justo cuando me estaba dando cuenta del temblor, ha parado. Desde que estoy aquí ha habido otra pero ni la sentí. Eso sí, ahora la mecánica cada vez que entro en un edificio (las pocas veces que lo hago) es la misma: cuantas plantas tiene, si tiene grietas y a ser posible cerca de la salida. La mayoría de los kebabs o este café desde donde escribo, cumplen esos requisitos.
Hoy ha caído la gran nevada en Van. Todo muy romántico pero se preve una noche fría que quita todo el encanto a los que duermen en tiendas de campaña cuya replica habrá confirmado sus temores.
4 comentarios:
Gracias por contarnos cómo están las cosas por allí y cómo las estás viviendo. Un beso
Gracias Marta !
He visto tu artículo en la web de ACH, "desde el terreno"
me he sentido muy identificada en eso de terremoto vs. frío....yo creo que también me hubiera quedado dentro de la casa....
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