Desde la visita del viernes al puesto fronterizo y al campo, han cambiado bastantes cosas. Cuando llegamos al puesto de fronterizo de Ras Ejdir, (justo nada más cruzar la frontera) había tíendas de campañas (pocas) pero sobre todo había mucha gente esperando en transito, bien al campamento de Choucha, a 7 km. de distancia bien al aeropuerto de Djerba a 150 km. de distancia. La distancia entre el puesto fronterizo y el campo la hacían a pie. El viaje al aeropuerto en autobuses. Solo llegaban al aeropuerto los que tenían asegurado un vuelo. Sino, tenían que quedarse o en el campo o en la frontera.
Cuando llegaban al aeropuerto, tras unas horas de espera volaban a sus países de origen. Los que más fáciles lo tenían eran los egipcios. Otras nacionalidades lo tenían más complicado. Estos vuelos de evacuación estaban pagados por las embajadas de los países y por algunos países que ofrecían aviones para la ecuación como España que evacuó a centenares de egipcios por días. Entre la gente que ha cruzado la frontera estos días no había libios.
En el puesto fronterizo no había tiendas (unas pocas, improvisadas) pero sí que había mucha comida, botellas de agua, leche, pan, ropa, comida caliente... todo gracias a la solidaridad de los tunecinos que están pasando un momento de euforia tras la caída de Ben Ali y quieren ayudar a los damnificados por el conflicto libio. Varios voluntarios nos enseñaron el puesto fronterizo. Todo parecía bastante bien organizado. No había tumultos ni riñas (en parte porque todo el mundo tenía para comer y beber).
Hoy en día no hay nadie en ese puesto, ni un alma. Hemos ido a hablar con las autoridades de Ras Eijdir para ver si necesitaban algo pero ahora su preocupación es que se repita el éxodo y que donde no hay nadie, en breve haya miles de libios.
¿Donde ha ido la gente? Una parte ya ha sido evacuada pero el grueso se encuentra en el campamento de Choucha. Aproximadamente a día de hoy 14.000 personas se encuentran instaladas allí. Esta cifra desciende paulatinamente ya que se siguen evacuando a gente de diversas nacionalidades.
El problema es que el campamento, casi vacío al inicio de la emergencia está ahora al 70 % de su capacidad. Sigue habiendo comida pero empieza a escasear el agua. La foto que veis arriba, un camión con voluntarios tunecinos que distribuían de forma caótica botellas de agua, ha provocado un pequeño tumulto ya que el campamento no es un ejemplo de organización aunque todos los humanitarios expertos en estos temas afirman que dentro de lo que cabe todo funciona: se respetan las colas, la gente suele aguardar su turno para recibir alimentos, asistencia sanitaria...
También es cierto que no hay mujeres ni niños y eso disminuye el dramatismo de la situación.
Hoy hemos empezado nuestras primeras actividades: higiene en el campo, con una cuadrilla de 60 trabajadores y es posible que mañana empecemos a excavar para instalar las primeras letrinas, 250. Si tenemos en cuenta que aterrizamos en Túnez el miércoles de madrugada y hoy ha sido lunes, no está mal en cuanto a rapidez. (incluso hubiéremos ido más rápido si las reuniones de coordinacion con otros actores humanitarios hubiesen sido más agiles)
Os iré contando sobre la marcha como va todo.
2 comentarios:
Si los que empiezan a salir a partir ahora de Libia son libios ¿dónde esta previsto que vayan? ¿Se quedarán en la frontera "a la espera"?
Los libios... son un misterio... nadie sabe (o el que lo sabe no lo dice) si estan concentrados en la frontera, si estan en su casas esperando que amaine el temporal.. Si saliesen libios no irian a ninguna parte más que aqui, serian refugiados confiando que las condiciones cambiasen para poder volver... De momento no ha entrado ninguno, los que cruzan la frontera lo hacen para hacer compras en Tunez, las autoridades les dejan pasar...
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