
James Tobin, economista inglés y Premio Nobel de Economía propuso en 1971 crear un impuesto, una tasa sobre esas transferencias financiera (entre el 0.1 % y el 0.25 %) para (dixit) “echar arena al aceitado mecanismo de las especulaciones que hacen viaje de ida y vuelta en días o pocas semanas”. Si la operación financiera tenía un plazo de un año no se aplicaría ninguna tasa. En aquel momento Tobin tenía en mente el tráfico de divisas. El objetivo que se conseguía al crear una tasa impositiva a esos movimientos de capitales era
Diversas divisas a llevar encima si se viaja por el Caucaso Sur
Detractores: “Para que fuese efectiva, la tasa debe aplicarse a nivel mundial. Difícil aplicación ”. “Actualmente se quiere utilizar esa tasa como mecanismo de control y esa no era su finalidad”. “Los operadores financieros buscarían otros métodos para sortear la tasa”. “¿Quién gestionaría la cantidad gigantesca de dinero que se generase ? “El impuesto obstaculiza el libre comercio” El propio Tobin acabó renegando de la interpretación que se le dio a su idea ya que él creía en los movimientos de capital.
Defensores: “Ni siquiera es necesario que se aplique un 0.1 %: con un 0.05 % sería suficiente. Esa cantidad no puede entorpecer el libre comercio”. Avinash Persaud, defiende que tal como funciona el sistema actual, la aplicación técnica no supone ningún problema. Más de 350 economistas incluyendo a Jeffery Sachs o Lord Turner, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido han afirmado que la tasa reduciría la dependencia de la economía del sector bancario.(por cierto sector que ha recibido varios miles de millones de ayuda en esta crisis actual). “El importe recaudado por la tasa no solo lucharía contra la pobreza sino contra el cambio climático (400.000 millones de euros dan
Economía real en Abjasia, donde un tractor vale su peso en oro (o casi)
Multitud de expertos consultados (Juan H. Vigueras, Ricardo Garcia, Juan Torres) ponen el dedo en la llaga al preguntarse quien debería gestionar el dinero recaudado y al señalar que el principal inconveniente de la aplicación de la tasa es la falta de voluntad política.
Y mientras la tasa no aplicada hace 30 años aparece y desaparece con diversas variantes y modificaciones.
¿Cómo lo veis? ¿Utopia hippy e idílica o una forma factible de cambiar el mundo?
4 comentarios:
al final la lucha contra el hambre o la conservacíón del medio ambiente son políticas públicas mundiales de las que ningún gobierno se hace cargo individualmente (es el viejo problema del free rider). La ayuda oficial al desarrollo cubre en parte este vacío pero solo en una pequeña parte. para avanzar hacia una gobernanza mundial sería necesario una fiscalidad internacional. La tasa tobin sería un buen principio.
Aitor
La idea es buena, la gestión difícil
Uff, no sabía que la tasa Tobin se había propuesto por primera vez hace tanto tiempo, creía que era de los 90.
La verdad es que si en 40 años no se ha puesto en marcha, dificilmente se pondrá ahora. Una lástima porque la idea es buena y, en mi opinión,necesaria.
hola aitor, gracias por tu analisis financiero. Efectivamente, la aplicacion worldwide es necesarioa para que la tasa tenga exito. Si solo se aplica en un sitio.... los especuladores se lo saltaran y punto. Hola Teresa, hola Aurora, pues si... las buenas ideas, a veces tienen cierta antiguedad... gracias por la visita
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